Sincronicemos los latidos con la boca.

martes, 11 de diciembre de 2012

jueves, 20 de septiembre de 2012

Te odio, te odio mucho.

Ante todo quiero que tengas en cuenta que esta es de las pocas veces que te diré algo "bonito".
Eres genial, esto es así. Que en poco tiempo hayas conseguido que seas de las primeras personas en las que piense cuando estoy mal es digno de admirar. Vales mucho, y me haces ver que valgo. Y eso, eso es muy grande...
Odio que me conozcas tanto, a veces pienso que me conoces más que yo a mí misma, y a veces pienso que puedo llegar a ser vulnerable por eso, pero no, porque confío en que, me conoces, y quieres lo mejor para mí.
Gracias, gracias por aguantar mis bajones repentinos, porque en cuanto notas en mí algo distinto, que algo no va bien... el teléfono ya está sonando con tu número en la pantalla. Me haces ver que a veces lo estoy haciendo bien, y otras muchas me estoy equivocando como si fuese retrasada. Por eso te doy las gracias...
Te quiero, y para mí el "te quiero" vale más que cualquier cosa. Si lo digo, es que realmente lo siento. Has conseguido que te quiera como quiero a pocas personas.
Gracias Patry.